jueves, 11 de octubre de 2012


¿A QUÉ ME VOY DE CASA?


Y con lo que llueve, que llueve. Y con la que se avecina, que se avecina. A unos cuantos les da por deshojar la margarita del independentismo. Pero no la deshojan por deshojar. No. La deshojan porque conviene. Porque se deshoja cada cierto tiempo cuando es preciso para centrar la atención de la gente, mientras ocurren otras cosas a su alrededor. Vamos, como los ilusionistas en sus espectáculos. Y es que determinados personajes no son más que eso, ilusionistas metidos a políticos. Oportunistas del tedio y la desesperación. Charlatanes al más puro estilo Ramonet, que solo vocean cuando es preciso vender las mantas; y cuando no, no abren la boca ni para saludar.

            “¡Y si no me dan lo que quiero convoco elecciones!”.  Pero porque saben que no se lo van a dar y lo que conviene es convocar, a ser posible con excusa, antes de que alguien les recuerde que debe un Potosí al Estado (y otro tanto que van a solicitar) y antes de que alguien se dé cuenta de que la gestión de ese país-ficción del que presumen, en el momento actual, no solo no es viable, es que es una quimera. Y lo saben. Pero manipulan. Y lo peor, manipulan en tiempos de desesperación económica. Lanzado soflamas que hacen pensar a los mortales que si no fuera por la “chupasangre” España, en Catalunya se ataría a los perros con longaniza. Y claro, eso, cuando cualquiera se agarra a un clavo ardiendo para intentar salir de este infierno, solivianta los ánimos, enfatiza los sentimientos, y lo peor, nubla la razón, que a día de hoy es de lo poco que nos queda sin que se haya rebajado a bono-basura.

            Y encima cuentan, como diría Sabina, con la inestimable colaboración del enano de la orquesta Wertdragón. Y es que este hombre, que todo sea dicho de paso, el problema no siempre es lo que pretende, el problema es que lo dice y entonces parece que pretenda otra cosa. Decía, y es que este hombre más vale que haciéndose un favor y haciéndonoslo se cosiera la boca, o cuando menos se pusiera la mano delante de ella en alguna que otra ocasión. Disimuladamente, ¡como el que bosteza! ¡Así no se lo notan sr. Wert! ¡Inténtelo!

            Claro que, raudos y veloces, cual rayos, saltan los independentistas a acusar al ministro en cuestión de fomentar los independentismos, cuando lo que están es más contentos que unas castañuelas de que alguien les evite enarbolar la bandera, pudiendo, de ese modo, únicamente ir de mártires. ¡Cuánto tienen que aguantar del ministro estos pobres independentistas!

            Y mientras, en el resto del territorio español (¡he dicho el resto!), la verdad, a los pobres desgraciados de a pie como que nos la trae bastante al pairo si fulano pretende la independencia, si mengano no se la va a ofertar o si wertiano prentende españolizar a nadie. Asimismo, todo sea dicho de paso, el gran error de Wert en esa frase, además de sonar mal y de dar lumbre a los que llevaban la mecha independentista y esperaban de ella, no es otro que el de pretender lo que ya es un hecho. Y es que en España, le guste a unos menos, a unos más, a otros hasta rabiar y a otros ni un real, no hace falta españolizar a nadie. Todos somos españoles ya, mientras no se demuestre lo contrario. ¡Oigan, y cuando se demuestre lo contrario, pues tan contento! Que supongo yo que si Portugal pudo prescindir de España, y España de Portugal, como que se podrá repetir (¡además con notable implicación catalana en al consecución de la independencia portuguesa!). Vamos, digo yo.

            Con estas, lo que vuelve a quedar patente es la capacidad de manipulación de la que muchos hacen gala. Y ahora no me refiero a ningún colorín o posición geográfica en el arco parlamentario; generalizo.

            ¡Ah! Y vaya por delante que en ningún caso discuto o pongo en duda el sentimiento nacionalista catalán e independentista de quien lo tenga. Me parece muy lícito y tan respetable como cualquier otro sentimiento nacionalista. Lo único que además de poner en duda, abomino es el oportunismo y maniqueísmo de determinados dirigentes catalanes que han estado toda la historia por ahí rondando para recoger grandes tajadas, pero nunca han enarbolado el cuchillo trinchador (en sentido figuarado, como diría Artur Mas) y solo han esperado para disfrutar del banquete de la independencia.

            Nunca pensé que diría esto pero, a la hora de defender la postura que tan hábilmente nos ha colado en la sobremesa el Molt Honorable, me quedo con la coherencia (¡en este tema, eh!) de ERC a lo largo de los años. Y no con el gran conejo sacado de la chistera por CIU.

            PD: Y sr. Wert, lo dudo, pero si lee este articulillo, por favor, no lo comente, que ya es malo de por si. Dudo que precise de su experimentada ayuda en estas lides.

3 comentarios:

  1. Ja, ja, ja. No estic d'acord en tot el que dius pero sí en el oportunisme de CiU que han segut mes retalladors que el PP i amb eixa bandera pocs vots poden lograr. Amb la de la independència, un poquets mes. Jo el que crec es que els pobles i la gent son prou responsables i majors d'edat com per a pronunciar-se en mes ocasions que cada 4 anys. Referendum? Per què no? Els escocesos ja el tenen previst per a preguntar per la independencia. No va a acabar-se el mon.

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  2. Los más fascistas que hay son los Nacionalistas independentistas para mi no son de izquierdas porque no quieren compartir sólo se miran su ombligo ; además quien quiere comer aparte , es porque quiere más y mejor .
    Un saludo Ramón y sigue escribiendo que lo haces muy bien .

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  3. Gracias a los dos por vuestros comentarios. Remitjons, ningú pot estar en contra del referendum. Aixó sí, tal com marca la llei. O que se promoga una altra llei.
    Ademés, la meua major crítica no es tant al afan independentista, i sí al oportunisme. Hi ha coses que o se parlen amb el estomac ple o sonen a "cantos de sirena" que únicament pretenen endormiscar a la gent! Lo dit, moltes gràcies per els comentaris.
    Muchas gracias Joaquín por el ánimo. Un saludo.

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