martes, 26 de mayo de 2015

¿Un sistema perverso?



A tenor de los resultados obtenidos en las recién pasadas elecciones caben muchas lecturas y, sobre todo, mucho análisis; ¡mucho! Pero lejos de hacer las lecturas que otros, mucho más entendidos y puestos al día que yo, ya han hecho me gustaría hacer una reflexión a propósito de los resultados electorales y las composiciones de las distintas administraciones a partir de esos resultados.

Y para entenderlo mejor, me basaré en un ejemplo concreto, ficticio, pero concreto. ¡Con los ejemplos se entiende todo mejor! Uno, inventado, pero ya saben que la realidad supera a la ficción con creces:

En un municipio de España, durante cuatro años, los partidos de la oposición (pongamos por ejemplo a PSOE, UPyD, IU, Los verdes) han cargado contra el PP en el gobierno municipal (con más o menos razón, pero, como se suele decir: ¡A saco!) por la corrupción, la falta de sensibilidad para acabar con algunos problemas (o personas) que sacudían al consistorio municipal, la falta de criterio para utilizar los dineros públicos, las fracturas en el seno del partido en el gobierno, la dejación de funciones para con la ciudadanía por parte de los miembros del equipo de gobierno, ocupados en otras cuestiones más domésticas…

“Pero, hete aquí que…” Que uno de esos partidos en la oposición en la anterior legislatura (pongamos por ejemplo UPyD) ha conseguido unos excelentes resultados electorales, aunque no haya ganado, que le permiten deshojar la margarita de si pactar con la lista más votada (pongamos el PSOE, por ejemplo) o con otro (pongamos el PP, también por ejemplo), que ha sacado menos votos pero que la aritmética electoral les permitiría, con la suma de sus concejales, la mayoría absoluta.
Y aquí es dónde uno se pregunta si el sistema no es perverso. 

Y no porque se unan unos con otros u otros con unos o los tres con el resto o todos con todos o.... No. Eso entra dentro de las reglas del juego, de los pactos post-electorales para conseguir estabilidad en el gobierno de la “res” pública, con mejor o peor resultado. No es ahí.

La perversión del sistema radica, a mi humilde forma de entender, en el hecho de que el ascenso en votos de esa formación (que hemos llamado UPyD, por ejemplo), el que le ha hecho posible doblar su número de concejales, se debe exclusivamente (en el ejemplo que ponemos) al trasvase de votos de los votantes del PP, descontentos y ávidos de echar al mismo PP del gobierno (en nuestro ejemplo los números suponen claro este trasvase de votos). Y evidentemente, uno se pregunta: ¿si se produjera la coalición de fuerzas de esos dos partidos, el partido que ha doblado su representación (hemos dicho UPyD, por ejemplo) a base de la confianza de los votantes descontentos con el anterior gobierno (habíamos dicho el PP, por ejemplo)… no estaría defraudando, engañando, ninguneando a los votantes que lo han aupado hasta esa situación de privilegio a la hora de conformar gobierno?

Y si además, también por ejemplo, si se supiera que hay quién está dispuesto a otorgar alcaldías por un plato de lentejas (¡bueno, o un sueldete otros cuatro años!), y hay a quien se le ríen hasta las cejas pensando en la posibilidad de ser alcalde de su municipio (cosa que no imaginaba ni en sus mejores sueños). ¿No estaríamos ante una peligrosa situación de que este “utópico” ejemplo se convirtiera en realidad y que aquellos que viene a regenerar la vida política, debutaran emponzoñándola aún más?

Bueno, de cualquier forma no es más que una fabulación de un leguleyo en la materia. Pero, no me digan que no sería curioso descubrir que los adalides de la limpieza, honestidad, los de “otra forma de hacer política”, los de… en fin los de la esperanza de muchos y muchos ciudadanos no asestarían un puyazo definitivo a la confianza, a la última esperanza, de esos ciudadanos.

No se preocupen. No son más que divagaciones. No creo que esto se pueda dar en ningún sitio. Además como habrán observado he utilizado a UPyD que dudo que haya sacado mucha representación, tal como están las cosas, para que pueda ser extrapolable el ejemplo a la realidad. 

¡Claro qué… si encima el ejemplo pudiera ser una realidad, además hay que atender al hecho de que los representantes de esa formación se sentirían libres para cometer el latrocinio! ¡Al fin y al cabo ya no tienen jerarquía a la que dar explicaciones y todo apunta a que más pronto que tarde, encima, serán una formación política distinta!

¡Lo que dan de sí unas elecciones! A disfrutar señoras/es.



jueves, 1 de mayo de 2014

Y ES QUE... 40 AÑOS NO ES NADA

Era un día del mes de junio de 1974, y lo recuerdo, no diré como si fuera hoy, pero lo recuerdo. En los aledaños del Vicente Calderón la gente bullía, se agitaban banderas, se oían cánticos... Se iba a jugar la final de la Copa del Generalísimo entre el Barcelona y el Real Madrid.
Esa misma temporada, la famosa temporada de Cruyff, el Barça, en liga, le había dado un repaso al Madrid, en su propio campo, de los de “padre y muy señor mío”.
Y ahí estaba yo. Mi primer partido en directo a punto de empezar dentro de aquel, para mí, colosal edificio. Mi padre me había llevado a ver algo impresionante. Comprenderán: inolvidable.
En aquellas finales “patrias” no se permitía jugar a los extranjeros de los equipos contendientes, con lo cual el Madrid tenía algo ganado de antemano. Y así fue. Al final, el Madrid de los Zoco (se retiró tras ese partido), los Groso, Santillana... le endosó un 4-0 al Barcelona de los Clares, Marcial, Rife... eso sí, ¡sin Cruyff!

Pero al margen de esta entradilla literaria, dónde quiero llegar es al final del partido, al final de aquella Copa del Generalísimo, al final de mi primer partido en directo, en vivo, en el corazón, en un pequeño corazón de siete años.

A la salida del estadio, como se pueden imaginar la gente estaba radiante, exultante por el resultado y sobre todo por la “honra recobrada” tras el 0-5 de la liga (el que no se consuela es porque no quiere). Aquello, junto con el desarrollo del partido, sentado en el fondo sur del estadio Vicente Calderón (¡estadio “neutral” dónde los hubiera para tal evento, en la época!), me sobrepasaba. Grabé todos los instantes, el bullicio, todos los gritos, todas las emociones, la alegría incontenida... El tiempo ha borrado de mi disco duro (entonces, seguramente, sería un cinta de vídeo Beta, o quizás 2000) mucho de lo que ansiósamente guardé de cada instante de esa ocasión, de esa emoción, de esa gloriosa vivencia. Pero, curiosamente, una de las cosas que me quedan cristalínamente guardadas en esa memoria es un cántico a la salida del estadio.

Un cántico que hoy me hace escribir, recordar y me hace, incluso, emocionarme.

Mientras salíamos del estadio se oía de todo. Las canciones de la época, ya saben, el “ra ra ra el Madrid y nadie más” y todas las “folclóricas” arengas de los años sesenta y setenta. Pero hubo una que se me quedo, que me ha seguido toda la vida. Y no por su ternura, su composición musical o por su exquisitez en la prosa. No. Porque fue el primer signo de hermanamiento que oí en el fútbol (ya en aquel entonces era raro lo del hermanamiento en el fútbol):

“Somos del Madrid y del Atleti también. No queremos al Barça ni en la sopa de Avecrem” (Caldo muy de moda en ese infausto tiempo. ¡Bueno, y ahora!)

Ya se pueden imaginar que hoy ese cántico me vuelve con tintes y matices distintos. Pero quizá lo importante es que me vuelve. Y quizá lo importante es que, sin que me haya dado cuenta hasta ayer, lo oí, lo viví, lo memoricé y me lo creí.
No diré (¡me conocen demasiado bien!) que me da igual quién gane la final de la Champions del próximo día 24 de mayo en Lisboa, no. Pero si diré, que me alegro muchísimo por la llegada del Madrid, por supuesto, a esa final que puede, y espero suponga su décima Copa de Europa; y que me alegro mucho, también, de que haya llegado el Atleti.
A veces uno no se da cuenta, hasta que algo lo detona, de dónde le vienen ciertos ramalazos. Ayer recordé de dónde venía alguno de mis ramalazos.


PD: Deseo que gane el que mejor juegue esa final. Por supuesto espero que sea el Madrid. Y sí, tienen razón los que lo están pensando: nunca escribiría algo parecido si el rival fuera el Barcelona.

jueves, 23 de mayo de 2013

Y DESPUÉS DE UN ICTUS, ¿QUÉ?

Cada vez más, el ictus es un evento clínico  con el que estamos más relacionados en nuestro día a día. Y el tratamiento y posterior recuperación de las secuelas es cada vez más importante; por la relevancia cuantitativa y cualitativa que tanto uno, el tratamiento, como otra, la recuperación, tienen a la hora de restablecer la sanidad de los pacientes afectos por el mismo.

            Desde hace algún tiempo se ha comprendido la importancia de la actuación precoz, lo más inmediata posible, tras un posible ictus y la importancia de la rehabilitación integral y multidisciplinar de las secuelas del mismo. Hecho este último que queda claramente demostrado en las personas que han recibido tratamientos en centros especializados a tal fin, y que viene avalado por estudios como el publicado a principios de este año en el European Journal or Neurology[1]. Esto es un hecho y cada vez debemos de hacer mayor hincapié en hacer ver a la sociedad científica y terapéutica de la importancia de atender a los pacientes post-ictus, en su fase subaguda, en centros debidamente especializados y equipados a tal fin.

            Pero ahora debemos de empezar a preocuparnos de ir un poco más allá. Y es que el día después de que el paciente sale de un centro de rehabilitación integral de las secuelas post-ictus, todavía es importantísimo su seguimiento, control y sobre todo su mantenimiento y continua revisión de que lo recuperado no entra en fase de regresión. Hay que ir hasta la máxima recuperación funcional posible del paciente y su restablecimiento a la sociedad y, por qué no, al mundo laboral, en las más y mejores condiciones posibles.

            Según una encuesta llevada a cabo en el Reino Unido[2],  sobre 2.700 pacientes que sufrieron ictus y realizaron tratamiento rehabilitador, a la finalización del mismo, y una vez fuera de todo programa de atención específica, el 50% refirió haber sufrido ansiedad, y un 66% depresión.
            Junto con esto y atendiendo a un estudio llevado a cabo en EEUU[3], sobre una población de 1,3 millones (En Cincinnati y Kentucky del norte, en mayores de 20 años y desde 1993 hasta 2005) de personas que fueron seguidas, se comprobó un incremento del número cuantitativo de ictus y, sobre todo un importante incremento del porcentaje de ictus ocurridos en menores de 55 años. Pasando de representar un 13% del total en 1993 a un 19% en el año 2005. Es decir un claro aumento del porcentaje de personas jóvenes que se van viendo afectada, año tras año.

            Todo esto nos debe hacer pensar en la importancia que tiene la recuperación de las secuelas de un ictus y en como no se puede dejar a los pacientes tras la primera fase de reparación: la física y de estabilización de estado clínico. Hay que ahondar más en el retorno del paciente a la actividad social y laboral.

            Y en esa línea va el programa desarrollado en el Centro de Rehabilitación Integral Casaverde. Un programa creado desde la Fundación Casaverde e ideado para conseguir “esa máxima recuperación funcional posible del paciente”.

            Este Programa de Reinserción Socio-Laboral del paciente está pensado precisamente para reducir el estrés que sufre el paciente al verse abocado con sus secuelas, solo con el apoyo de la familia más cercana (hay casos en que ni siquiera existe esa familia), a una sociedad que todavía no está preparada al cien por cien para recibir a estos pacientes (falta de accesos habilitados, soportes físicos adecuados...). Y para reducir la ansiedad y depresión de estos pacientes al encontrarse de frente la realidad de sus secuelas, una cargadísima agenda médica difícilmente gestionable por ellos solos, llena de interconsultas especializadas, y un punto y final de su recuperación.

            Teniendo en cuenta el dato del aumento del porcentaje de pacientes con ictus, menores de 55 años, en los últimos años, no es difícil entender que la discapacidad y su carga en materia de pensiones es altísima. Por lo que es preciso, además de la prevención de factores de riesgo cardiovascular y de eventos cerebro vasculares, profundizar en todas aquellas acciones que nos lleven a reducir costes y, sobre todo, a reincorporar a la sociedad a esos pacientes en condiciones óptimas[4].

            Hagámonos una pregunta ¿acaso no hay muchos pacientes post-ictus que con un adecuado programa de rehabilitación integral, y un seguimiento y profundización tras la fase subaguda no podrían haber vuelto a ocupar un puesto de trabajo? Permítanme que responda: sí. Y con tan solo cinco meses de vida del programa puesto en marcha por la Fundación Casaverde y desarrollado en el Centro de Rehabilitación Casverde Mutxamel ya tenemos ejemplo de ello. Evidentemente con la colaboración de las organizaciones oportunas a tal efecto.

            En resumen, todas estas cuestiones deben de hacernos plantear un tratamiento integral, personalizado e intenso de los pacientes ictus, desde el inicio del protocolo ictus hasta alcanzar su máxima recuperación funcional para su reincorporación a la realidad socio-laboral de su entorno.

            Estas cuestiones trazan un importante ahorro en gasto socio-sanitario, tanto la prevención de factores de riesgo como la adecuada, integral y prolongada recuperación del paciente. Pero, siendo esto importante, lo más importante que logran estos programas es la reducción de sufrimiento en los pacientes y en sus familiares tras un ictus. Así como la esperanza de que muchos de ellos puedan retomar funciones que, dadas las edades de las que hablamos, son fundamentales para su estabilidad emocional, familiar y personal.
            Tal como dijo recientemente el Dr. Clare Walton[5], "Una apoplejía ocurre en un instante, pero su efecto puede durar toda la vida, dejando a muchos con discapacidades severas a largo plazo”.

            En nuestras manos tenemos los medios para que esto no sea siempre así. Nuestra obligación, ponerlos a funcionar.

Ramón Martínez Piqueres
Coordinador médico del C.R.I. CASAVERDE



[1] From the aNational Institutes of Health, Mark O. Hatfield Clinical Research Center, Rehabilitation Medicine Department, Bethesda, MD; bKaiser
Foundation Rehabilitation Center, Vallejo, CA; cBoston University Medical Campus, School of Public Health, Health & Disability Research
Institute, Boston, MA; dDivision of Research, The Permanente Medical Group, Kaiser Permanente Northern California, Oakland, CA; and eKaiser
Permanente Capital Service Area, Sacramento, CA.
[2] Por la “Stroke Association UK”. Comentada por su presidente ejecutivo Jhon Barrick.
[3] Publicado por la BBC, en base al informe del informe Dr Brett Kissela, responsable del estudio.
[4] El daño cerebral causado por ictus es la principal causa de discapacidad en adultos en el Reino Unido. Al año hay 152.000 personas afectadas
[5] De la “Stroke Association UK”.

jueves, 7 de febrero de 2013

EL BLOG INDULTADO

La verdad es que ya llevaba tiempo dilucidando si estoquear al blog o indultarlo. Y en los últimos días he decidido que, qué mal me había hecho a mí el pobre blog, como para que, cual asesino despiadado, me lo cargara. Resolviendo la divagación, ninguno. Luego no había motivo para eliminarlo.

            Y si no había motivo para su eliminación, había que buscarle motivo para su supervivencia. Para que justificase, al menos ante mí, el por qué de su existencia. Y en estas he estado estas semanas de atrás. Al final, todo resuelto: el blog se queda, yo lo intento alimentar, que para eso lo traje a este mundo virtual, y quién quiera verlo... pues eso, que pase y lo vea.

            ¡Eso sí! Tenía claro que era necesario que tanto él, en su afán de supervivencia, como yo, en mi afán de no exterminio y manutención, las cosas debían ser distintas. Y desde ya cambian.

            El blog se ha comprometido a seguir publicando, dócilmente, lo que yo en él determine que se ha de publicar. Y yo me he comprometido a publicar en él, sin periodicidad marcada, aquello que más me interesa en el momento actual. En estos momentos. Hoy. Artículos relacionados con mi actividad profesional y con mi actividad personal, humana (¡creo que tengo!). ¡Mañana (sentido figurado), ya veremos!

            Supongo que desde este renglón ya habré perdido a varias decenas de seguidores (o sea, ¡la práctica totalidad! ¡Es qué no creo que tuviera centenares!). Todos aquellos que leían cada aparición del pobre blog en espera de que pusiera a parir al rival político de turno, siempre y cuando no fuera de su cuerda. Aquellos que necesitaban de aliento para exhalar a la cara de otro su visceral odio hacía lo que no era “suyo”. Todos aquellos, en resumen, que solo pretendían un asidero para que su constante crítica sectaria fuera más llevadera. Pues nada, ¡qué lo siento! Que he acordado con el blog, que todos esos lo hacen mejor que nosotros dos, y que para ellos esa labor.

            Me cansé hace algún tiempo, como algunos de mis allegados saben, de tener entrada para todos los partidos entre partidos, y las particiones de estos;  y para todas las peleas entre peleadores, y combates entre combatientes. Me cansé hace tiempo de “iluminados”, “salvapatrias”, “abrazafarolas”, diplomáticos “borderline” con la hipocresía, hipócritas y por supuesto de “indignados de bote”. Y quizá me cansé porque me cansé de verme reflejado, tiempo atrás, ahora y quién sabe si también tiempo adelante, en todos ellos. Da igual, el caso es que me cansé. Y para intentar no cansar a tan sublime “casta”, he pactado con el blog (en la medida de lo posible, ¡¡¡eso sí!!!) dejar ese terreno a los que entienden, disfrutan y abusan de él. A buen seguro que esta “Noblurguesía proletarizada” a la que aludo, me perdonará la osadía, continuará con sus minutillos de gloria y por supuesto sabrá disculpar mi salida de escena.

            Y entrando en materia, y en aras de empezar desde pronto a cumplir con mi blog y con nuestros nuevos propósitos, me vais a permitir que empiece por deciros que desde hace un mes y poco venimos desarrollando un plan terapéutico nuevo en nuestro centro. Un plan que pretende ahondar, todavía más, en la recuperación funcional máxima de los pacientes con daño cerebral sobrevenido (DCS).

Y en este campo es en el que espero, dependiendo de la disponibilidad, poder abundar a partir de ahora en mis apariciones en el blog. Es de desear que al menos queden tres o cuatro seguidores para poder justificar el indulto del blog y mi dedicación a su nutrición. Pero bueno, eso el tiempo lo dirá.

Pues nada, aquí empieza una nueva etapa en este rincón de la red. Pero, ya os digo, tampoco descarto a pies juntillas algún ramalazo de opinión. Al fin y al cabo siempre viene bien decir lo que se piensa. Si no lo hacemos los de a pie, ¡quién lo va a hacer si no!

P.D. Que nadie pretenda establecer perversas conexiones entre el Daño Cerebral Sobrevenido y ninguna otra cosa. La estulticia, la locura y otras patologías nada, o casi nada, tienen que ver con la neurología. O lo que es lo mismo que, a parte de la idotez que uno alberga, ya no me ocupo (¡salvedad hecha en temas futbolísticos!).

jueves, 11 de octubre de 2012


¿A QUÉ ME VOY DE CASA?


Y con lo que llueve, que llueve. Y con la que se avecina, que se avecina. A unos cuantos les da por deshojar la margarita del independentismo. Pero no la deshojan por deshojar. No. La deshojan porque conviene. Porque se deshoja cada cierto tiempo cuando es preciso para centrar la atención de la gente, mientras ocurren otras cosas a su alrededor. Vamos, como los ilusionistas en sus espectáculos. Y es que determinados personajes no son más que eso, ilusionistas metidos a políticos. Oportunistas del tedio y la desesperación. Charlatanes al más puro estilo Ramonet, que solo vocean cuando es preciso vender las mantas; y cuando no, no abren la boca ni para saludar.

            “¡Y si no me dan lo que quiero convoco elecciones!”.  Pero porque saben que no se lo van a dar y lo que conviene es convocar, a ser posible con excusa, antes de que alguien les recuerde que debe un Potosí al Estado (y otro tanto que van a solicitar) y antes de que alguien se dé cuenta de que la gestión de ese país-ficción del que presumen, en el momento actual, no solo no es viable, es que es una quimera. Y lo saben. Pero manipulan. Y lo peor, manipulan en tiempos de desesperación económica. Lanzado soflamas que hacen pensar a los mortales que si no fuera por la “chupasangre” España, en Catalunya se ataría a los perros con longaniza. Y claro, eso, cuando cualquiera se agarra a un clavo ardiendo para intentar salir de este infierno, solivianta los ánimos, enfatiza los sentimientos, y lo peor, nubla la razón, que a día de hoy es de lo poco que nos queda sin que se haya rebajado a bono-basura.

            Y encima cuentan, como diría Sabina, con la inestimable colaboración del enano de la orquesta Wertdragón. Y es que este hombre, que todo sea dicho de paso, el problema no siempre es lo que pretende, el problema es que lo dice y entonces parece que pretenda otra cosa. Decía, y es que este hombre más vale que haciéndose un favor y haciéndonoslo se cosiera la boca, o cuando menos se pusiera la mano delante de ella en alguna que otra ocasión. Disimuladamente, ¡como el que bosteza! ¡Así no se lo notan sr. Wert! ¡Inténtelo!

            Claro que, raudos y veloces, cual rayos, saltan los independentistas a acusar al ministro en cuestión de fomentar los independentismos, cuando lo que están es más contentos que unas castañuelas de que alguien les evite enarbolar la bandera, pudiendo, de ese modo, únicamente ir de mártires. ¡Cuánto tienen que aguantar del ministro estos pobres independentistas!

            Y mientras, en el resto del territorio español (¡he dicho el resto!), la verdad, a los pobres desgraciados de a pie como que nos la trae bastante al pairo si fulano pretende la independencia, si mengano no se la va a ofertar o si wertiano prentende españolizar a nadie. Asimismo, todo sea dicho de paso, el gran error de Wert en esa frase, además de sonar mal y de dar lumbre a los que llevaban la mecha independentista y esperaban de ella, no es otro que el de pretender lo que ya es un hecho. Y es que en España, le guste a unos menos, a unos más, a otros hasta rabiar y a otros ni un real, no hace falta españolizar a nadie. Todos somos españoles ya, mientras no se demuestre lo contrario. ¡Oigan, y cuando se demuestre lo contrario, pues tan contento! Que supongo yo que si Portugal pudo prescindir de España, y España de Portugal, como que se podrá repetir (¡además con notable implicación catalana en al consecución de la independencia portuguesa!). Vamos, digo yo.

            Con estas, lo que vuelve a quedar patente es la capacidad de manipulación de la que muchos hacen gala. Y ahora no me refiero a ningún colorín o posición geográfica en el arco parlamentario; generalizo.

            ¡Ah! Y vaya por delante que en ningún caso discuto o pongo en duda el sentimiento nacionalista catalán e independentista de quien lo tenga. Me parece muy lícito y tan respetable como cualquier otro sentimiento nacionalista. Lo único que además de poner en duda, abomino es el oportunismo y maniqueísmo de determinados dirigentes catalanes que han estado toda la historia por ahí rondando para recoger grandes tajadas, pero nunca han enarbolado el cuchillo trinchador (en sentido figuarado, como diría Artur Mas) y solo han esperado para disfrutar del banquete de la independencia.

            Nunca pensé que diría esto pero, a la hora de defender la postura que tan hábilmente nos ha colado en la sobremesa el Molt Honorable, me quedo con la coherencia (¡en este tema, eh!) de ERC a lo largo de los años. Y no con el gran conejo sacado de la chistera por CIU.

            PD: Y sr. Wert, lo dudo, pero si lee este articulillo, por favor, no lo comente, que ya es malo de por si. Dudo que precise de su experimentada ayuda en estas lides.

domingo, 9 de septiembre de 2012

De la crisis, los mesías y otras hierbas (brotes verdes).

Este fin de semana, tomando una cervecita con la persona que más respeto y admiración me merece, me comentó que ya hacía mucho tiempo que entraba al blog y no leía nada nuevo. Evidentemente, ese toque de atención, tratándose de quién se trataba, no podía quedar en el olvido. Así que, ni corto ni perezoso, decidí empezar a pensar que contar en mi próxima, esta, demostración de “juntaletrismo”.
Y tanto y tanto pensar, me ha traído hasta aquí.

Estoy ya un poquito harto de la crisis. ¿Ustedes no? Harto de la misma crisis, de los que viven a su amparo, de los que la amparan y de los que han hecho de ella un abrigado lugar dónde sacar a pasear sus ideas “maravillosas” de revueltas sociales, soluciones mágicas y demás gaitas. Y por supuesto, estoy hartito de los que debieran de resolverla y todavía no saben ni dónde está el botón de arranque.
Pero sobre todo, estoy harto de los “salvapatrias” que aparecen siempre en circunstancias como esta y que mientras no hay situaciones críticas viven en un mullido anonimato, disfrutando, aprovechándose diría yo, del sistema que “aborrecen”. Estos, me producen náuseas. ¡Y eso que no soy muy proclive a la angustia!
 Son esos, que conforme va pasando el tiempo y ven alguna posibilidad de recuperación de la situación económica, recrudecen su postura, su lenguaje, sus arengas mitineras, para no perder la única baza que tienen de repercusión social: la desesperación, la miseria, el desencanto. “Dios mío!!! Y si esto se arregla a qué serpiente voy a poder encantar!!!” Deben de decirse todos los días.

            El máximo exponente de esta caterva, ganado a pulso, es el señor Sánchez Gordillo. Ahora bien, imitadores aficionados del señor de la barba y el pañuelo, ¡hay un chorro! ¡Pasen, pásense por las redes sociales!
            Este individuo, más cerca de un enviado divino que de un ateo convencido, ha conseguido que en su casa todos los días lo llamen por teléfono y le digan: “papi, tío, hermano, hijo has salido en la tele!! Qué contentos estamos de ver lo famoso que te estás haciendo. En un “ná”, te cargas a Cayo Lara”. Mucho me temo que más bien habría que llamarlo y decirle, eso sí, en tono familiar, “¡Primo, que ya está bien de hacer el ridículo. Bueno, o lo dicho, el “primo”!”

            En otro orden de cosas, pero prácticamente el mismo,  desde hace mucho tiempo veo como se ningunea la figura de Mariano Rajoy, que dicho sea de paso, ¡no es para menos! Porque claro, a mí los recortes, ajustes, reorganizaciones o como quieran llamarlo no es que me sienten bien pero si hay que hacerlos pues nada, a hacerlos. Pero claro, también, que D. Mariano venga ahora con que no conocía la verdadera situación del país antes de entrar a Moncloa (al más puro estilo Felipe González enterándose por la prensa de la mayor trama de corrupción y terrorismo gubernamental conocida en este país) y que un par de puntos de déficit sean los responsables de la quiebra absoluta de un programa, una forma de hacer y entender la política, como que no me vale. Como que no le puede valer a nadie. Pero decía que veo como se le ningunea constantemente mientras se obvian actuaciones de otros “actores” que deben de tener ya en su jardín una selva amazónica a tenor del tiempo que hace que tenían brotes verdes. ¿O solo hay un progenitor de esta “niña” que se llama Crisis? ¿A quién se lo quieren hacer creer? Porque si aceptamos pulpo, o lo que es lo mismo Aznar como el origen de esta crisis (¡Qué ya hay que hilar fino!), el que está en medio de los dos “asesinos” del estado de bienestar (léase Aznar y Rajoy), qué es, ¿qué estuvo de paso ocho años por la Moncloa? ¿Qué él no ha tenido nada que ver en el devenir de los acontecimientos desde el 2004 al 2011? Pues como que no; que no cuela. Que fue el primero en recortar y que, caso de haber seguido (¡a dios gracias circunstancia no acontecida!), seguiría recortando porque no le quedaría más remedio. De otra forma, puede; pero recortando al fin y al cabo. Y si no que se lo pregunten al idolatrado Hollande: 33.000 millones de recorte. ¡Cuántos cantaban las alabanzas del adalid del socialismo en Europa! Supongo que ahora se buscará la excusa o el paño caliente para justificar estos recortes que, en el caso de que los hubiera hecho Sarkozy, serían propios de una dictadura fascista. Serían propios de la quiebra del estado de bienestar. Porque si aquí lo son, en Francia también. ¿O no?

            Lo dicho, hartito de la crisis y de todo lo que la rodea. Harto de que las personas que la sufren en sus carnes sigan sufriéndola sin que nadie les diga cómo y hasta cuándo van a tener que seguir sufriéndola. Lo leía hoy mismo: “el problema en este momento no es la crisis. El problema es que nadie ha dado ninguna solución todavía después de cuatro años”.
Harto de poseedores de la verdad. Harto de mesías disfrazados de palestino. Harto de dirigentes que no dirigen; los dirigen. Harto.

            Y por cierto, yo no tengo ni idea de cómo salir de la crisis. Lo siento no doy para más. Solo puedo expresar mi deseo de que espero que la salida sea lo antes posible y que a quién corresponde no dé palos de ciego. Que dé palos, pero al agua!

P.D. Quien quiera leerlo, que lo lea. Pero discutir del tema como que no. Ya digo, hartito. De este tema como mucho divago en la pseudointimidad de mis lares virtuales.

viernes, 6 de abril de 2012

EDITORIALIZANDO

          
          En esta entrada quiero incidir en el hecho de que yo no represento a nadie. Desde ya hace algún tiempo, sólo me represento a mí. Esta, como todas mis entradas al blog, es mi opinión. ¡Qué “pa” eso el blog es mío!

Vaya por delante que la propiedad pública no se regala; se gestiona y de la gestión ha de salir el beneficio para el propietario de la misma, o lo que es lo mismo, el pueblo.
           
Dicho esto, y en primer lugar, quiero sumarme a la protesta ciudadana que reivindica que el albergue de La Mola no puede ser cedido sin más. Sin contraprestación que redunde en el bien municipal.
           
            No tenía ninguna intención de publicar nada relacionado con este tema, por el temor a que fuera utilizado de forma maniquea por alguna parte interesada. Pero vista la sagacidad que determinados estómagos agradecidos han mostrado a la hora de tratar el tema, pues la verdad, como que vale la pena opinar. Al fin y al cabo, si el que debiera ejercer de informador, se convierte en vocero de una causa, ¿por qué yo, miembro de la ciudadanía noveldense, no voy a poder opinar, vocear mi causa?

            Y opino. Opino que la respuesta social a cualquier tema siempre ha de ser tenida en cuenta. Y aún cuando en ocasiones los requerimientos de la sociedad que coloca a sus representantes para eso, para que los representen, no puedan ser atendidos, han de ser al menos oídos. Y son esos, los representantes, los primeros que han de asumir que ejercer la función de representante, no de jefe de la tropa, supone prestar oídos a las reivindicaciones y luego tomar decisiones que, acertadas o no, vayan encaminadas, o ese sea el intento, al bienestar de los representados. ¡Claro que ceder un edificio como el albergue, por el mantenimiento del mismo, es como poco fomentar el bienestar de los representados!

            En este tema, por más que se empeñe algún folleto local, no cabe hablar de gobiernos anteriores, porque ya pasaron y no pueden ser responsables de un acto que está por pasar. No cabe hablar de ideologías políticas porque, aun cuando todo el mundo tiene la suya, es la ciudadanía en conjunto la que se está expresando. Y no cabe preguntarse ¿a quién protesto yo?, porque se protesta al que se debe protestar, que es el responsable en cada momento que toca. Bueno, se puede preguntar eso si uno no tiene ni idea de cómo funciona esto, o está, digamos... ¡”confundidillo”! 

            Por supuesto, somos humanos, que habrá quien quiera arrimar el ascua a su sardina, de manera maquiavélica, para fines bastante menos loables que el simple de reclamar la mejor gestión posible del patrimonio municipal, a buen seguro que los habrá. Pero si alguien, y más si es ese alguien es el editor de una ventana de información, pretende hacer de esa parte un todo, incluso antes de que se produzca esa postura ventajista, está o estará ejerciendo de ventajista.

            A nadie, de los que puedan leer esta entrada en mi blog, se le escapa quien soy, cual es mi forma de pensar y bajo que siglas he concurrido a distintos comicios. Pero cuidado, que a nadie se le escape, y mucho menos al “informador editor” que, a día de la fecha, por encima de todo, soy ciudadano llano de Novelda, ciudad dónde sigo pagando mis impuestos. Y por supuesto con ellos se puede hacer la gestión que cada gobierno considere más oportuna, aun cuando yo no esté de acuerdo. Eso sí, regalarlos... ¡pues como que no!

            Para los que ven fantasmas en otros sitios sin darse cuenta de sus espectrales artículos, les recomiendo que repasen las tres funciones del periodismo: información, opinión, y publicidad. ¡Ahora eso sí, no me las mezclen después de repasadas! En una noticia se informa, no se opina. Y en una opinión, no se tiene porque informar. Y en publicidad... bueno, espero y deseo que tengan suerte y estén incluidos en el plan de pago a proveedores.

            Nada más. Como habrán podido comprobar ni una sola etiqueta, ni una sola sigla, ni un solo atisbo de polarización. Que es como yo concibo esta protesta, sin sectores, sin partidos, sin creencias, solo como protesta de la ciudadanía ante lo que se considera un despropósito: la cesión en unas condiciones nada ventajosas para el municipio. “No a la cesión gratuita del albergue”.

            Por supuesto, si el trabajo me lo permite, yo, Ramón Martínez Piqueres, estaré en la Plaza Vieja el miércoles día 11 a las 20:00h. Para reclamar, para protestar, ante el único que puede evitar la dádiva.

sábado, 18 de febrero de 2012

TAN SOLO UNA CRIATURA

Tocaba final de 2007 y nació Cris. Una criatura que, aun cuando al principio de su existencia parecía endeble,  ya a las primeras semanas de vida mostró una fuerza envidiable. Cierto es que, como todo lo recién nacido, en sus primeros pasos, nadie pensó que su avance por esta vida que nos acoge iba a ser tan robusto, tan firme.

Pero Cris no lo tuvo nada fácil para llegar con la fuerza y el vigor con la que luego se mostró, no. Sus padres, desconocidos oficialmente aunque de sobra runruneados por todos, no la reconocieron. Apenas algunos quisieron asumirla, entenderla, reconocerla como la criatura que era. Pero, por lo general, Cris sintió el desprecio de casi todo el mundo en sus primeros momentos infantiles. Muchos ni siquiera quisieron reparar en su infantil existencia.

Fue pasando el tiempo y Cris seguía creciendo; a su alrededor todo igual. La gente la miraba de reojo, intentaba esquivarla, como si fuera una apestada. Los unos la ignoraban, lo otros la veían pero no la consideraban, y algunos, los menos, notaron en ella cierto aire vil; casi nadie la apreció como un bebé. No se llegaba a atisbar en ella la hermosura del neonato. Pero Cris, con esa vitalidad con la que nació, con esa fuerza con la que empezaba a desarrollarse, se acercaba cada vez más a la gente y cada vez a más gente. Su vitalidad, sus ganas por arraigar en este mundo, le conferían un carácter digno de reconocimiento. Poco a poco la gente se fue acostumbrando a su presencia. Al fin y al cabo, aun cuándo les molestaba su presencia a unos y poco le importara a otros, tampoco les incumbía directamente el estar de la criatura.

Y el tiempo pasó y pasó. Cris, cada vez con más vigor, con más soltura, con más descaro fue entrando, a hurtadillas en algunos casos y de sopetón en otros, en todos los hogares del lugar, estrechando relaciones con cada vez más y más vecinos. Éstos, las buenas gentes del lugar que ya se habían acostumbrado a la presencia de la criatura, veían como, cada vez más, estaban pendientes de la pequeña, como cada día que pasaba, la muchacha se hacía un hueco en sus vidas. Empezaban a vivir pendientes de ella. Los envolvía, casi los aturdía con su presencia.

Nunca nadie quiso reconocer su maternidad, nunca. Pero todos creían saber quienes eran sus progenitores. De hecho, cada vez eran más los que atribuían la progenie a tal o a cual. El caso era poner nombre a los responsables genéticos de aquella criatura que había a empezado a formar parte de las casas, las vidas, los corazones de los paisanos.

La niña creció, y en el lugar su presencia lo cubría todo. Todo el mundo empezó a estar atento, estrictamente pendiente de su figura. De la criatura emanaba algo que, al tiempo que absorbía a los lugareños, los iba sumiendo en una profunda y pausada desgracia. Desgracia que mucho tardaron en reconocer como tal, pero que una vez reconocida hizo que el sentimiento hacia ella se tornara inquina. Empezaron a odiarla con todas sus fuerzas. ¿Cómo una criatura tan pequeña, de hace apenas unos años, era capaz de generar tanto odio en la zona?

La criatura no era la culpable de su existencia, esa que tanto molestaba a la gente. Ella solo quería vivir, como quieren todas las criaturas. No podía entender por que la gente no veía en ella dulzura, paz, tranquilidad. Y pensaba, ¿por qué nadie me quiere? ¿Por qué papá y mamá no me reconocieron, ni me reconocen como hija suya?

Poco a poco, pero en no demasiado tiempo, el lugar se volvió inhóspito, la gente empezó a reclamar la presencia de los progenitores de la muchacha. Nadie quería reconocerse como el responsable de la damisela. Todos sufrían aquel encanto, pero nadie reconocía su provenir.  La gente se peleaba en la calle, las revueltas eran cotidianas. Todo el mundo parecía cabreado con todo el mundo. La zozobra se adueño del entorno. Unos a otros se miraban con recelo, viendo en el otro al culpable de que aquella niña hubiera aterrizado en aquel lugar. En esencia, todos culpaban a la niña, pero contra ella nada podían. Era una cría. Querían echarse a la cara a los tutores. Empezaron a buscar... No los hallaron. Los intuían. Los suponían. Seguían sin aparecer.

Mientras la tensión creada por la presencia de la niña crecía y crecía, ésta, hacía lo propio. ¿Por qué no se va de aquí esta criatura? Se preguntaban los vecinos. La criatura no se iba a marchar, era necesario echarla. Pero, ¿cómo se echa a una niña? Era necesario que se la llevaran quienes la habían traído a este mundo. Pero, ¿quiénes habían sido?

El lugar se convirtió en un mar de llantos, plegarías, sueños rotos y futuros lacerados, mientras la criatura entrañaba con más y más vecinos; incluso con aquellos que nunca pensaron que la niña se les acercaría, ni siquiera para saludarlos.

Finalmente, una mañana, Cris despertó y comprobó, aturdida, que no había nadie en el lugar, que estaba sola. Ella. Ella que necesitaba tanto de esa gente, ya no la tenía a su alrededor. Intentando llegar a todos, había conseguido, sin saber bien por qué, deshacerse de todos.

Nunca se supo nada de sus padres. O más bien, sus padres nunca la reconocieron. Nunca se atrevieron a decirle al mundo “yo soy el responsable de esta tan bien gestada criatura y que tanta desgracia os ha traído”

Y así, al no haber nadie a quien arrastrar a la desesperación, a la desgracia, al límite, Cris, Crisis como la llamaban quienes la respetaban y no tenían miedo a pronunciar su nombre, desapareció. Tras ella, en el lugar, quedó la pena, el desasosiego y... la esperanza. La esperanza de que una vez la criatura se había marchado, de los restos, resurgiera el esplendor, un sano porvenir y la alegría que en el lugar reinaba antes del nacimiento de aquel nefasto bebe: Crisis Expósito Expósito.

P.D. ¿Realmente conocemos a todos los padres que tiene esta criatura? ¿O solo buscamos culpables para evadir la responsabilidad que cada uno tiene en esta paternidad?

sábado, 21 de enero de 2012

¡QUÉ BIEN LO ESTAMOS HACIENDO!

¡Y lo peor es que están convencidos de que lo están haciendo bien!
Sí, esa es la sensación que uno tiene. Cual ciudadano que lee, oye y ve; leo, oigo y veo, atónito, como el Partido Socialista de Novelda (¡bueno, sus representantes en el consistorio!) piensa que están haciendo una oposición modélica al actual gobierno municipal. Pues, mucho me temo que no.
Que el gobierno municipal lo esté haciendo bien o mal, que lo esté haciendo cara a la galería, que esté haciendo política y no gestión, que esté haciendo... lo que esté haciendo, ahora no toca. Y si toca, no me debería tocar a mi hacerlo ver. Debería de estar haciéndolo ver, a quién le corresponde. ¡Pero me temo que no!
Andan estos oponentes (que no opositores. Porque a la vista de las facultades políticas mostradas, opositan a poco) tan preocupados en bagatelas que se han olvidado de muchas, demasiadas, cosas importantísimas para representar lo que representan: a una parte importante del municipio. Miren si se han olvidado de cositas que a su Secretario de Comunicación incluso, a veces, se le olvida ¡leer la prensa!
Y es que, cuando uno anda acomplejado por su pasado reciente al frente de una institución, cuando anda pensando en como ha llegado al sillón consistorial (¡algún caso hay!), cuando se está más preocupado de lo que hacen otros que de lo que puedo hacer yo, cuando se esgrime la dificultad para trabajar sin cobrar, cuando, en resumen, solo hace uno que quejarse... no se está ejerciendo de oposición. Se está ejerciendo de llorón.
Y miren, los tiempos están para llorar pero, ¡ya me lloro yo lo mío! No me lloren ustedes. Al contrario, sirvan, si quieren y pueden, de enjugadores de llantos, de generadores de esperanzas, de representantes de la otra alternativa, de... lo que son: representantes municipales, no mártires; que por cierto, distan mucho de esa cualidad.
Si yo fuese simpatizante del PSOE en Novelda, que no lo soy,  ni creo que lo sea (¡Quién sabe!), estoy convencido que estaría hartito del actual gobierno municipal. Convencido. Ahora bien, lo que no sé es si no estaría también hartito de mis simpatizados. Al no ser simpatizante, no puedo asegurarlo. Pero sí suponerlo. ¡Por dios! ¡Qué en teoría es la segunda franquicia política en nuestro entorno!
Si la alcaldesa fuese a pie a Valencia, muchos seguirían sin trabajo. Si las autoridades dispusieran o no de una letrina para descansar sus necesidades fisiológicas en las fiestas del municipio, muchos seguirían pagando un IBI incrementado. Si tal o cual concejal aparcara su coche bien, muchos seguirían sin poder tener coches por no tener financiación. Si los concejales del equipo de gobierno fueran un dechado de cariño, muchos seguirían no llegando a final de mes.
O sea, que yo, por lo menos, como ciudadano de a pie, ya estoy hartito de meaditas, fotos de coches mal aparcados y toda la amplia, pueril y exhaustiva pero, al tiempo estéril,  argumentación que hasta hoy ha mostrado el PSOE del municipio.
Del actual gobierno municipal no puedo decir mucho; ya que poco ha hecho. Por lo que poco se le puede criticar. Si acaso, eso, la inacción. Por otra parte, he de alabarle la intensa actividad publicitaria (¡si no se vende uno mismo!). Y eso que hasta ahora no tenían asalariado para esa función. A partir de ahora... ¡cágate lorito!
¿Qué propuestas hay, generadas desde este ayuntamiento (fondos ICO aparte), para el pago a proveedores? ¿En cuánto está actualmente la demora de pago medio a proveedores?  ¿Qué tal va lo del centro de Alzheimer? ¿Cómo se atreve el actual concejal de hacienda a casi amenazar con la cárcel al anterior equipo de gobierno, basándose en la retroactividad de la ley Montoro, si él fue el primer concejal de hacienda de la democracia en generar una liquidación negativa que luego, encima, firmó como alcalde? Si se va a habilitar un parking en los terrenos de la escuela teatro, ¿qué fue de aquel esplendoroso proyecto del 2005-06? ¿Cuál es la postura ante la paralización de los trabajos relacionados con el PGOU? ¿Por qué no hay todavía presupuesto? ¿Qué pasa con el albergue juvenil? ¿Cuántas horas extras ha tenido que hacer la Policía Local para poder llevar a cabo las actividades navideñas? ¿A cuánto  asciende el importe de las mismas? ¿Se han cumplido los límites legales en materia de horas extras? ¿Quién responderá con su patrimonio personal a propósito de las sentencias judiciales firmes que ha tenido que abonar, o está pendiente de ello, este consistorio? En materia deportiva, además de gastar 70.000 euros en los vestuarios del campo de La Magdalena, ¿cuales han sido hasta la fecha las medidas adoptadas en beneficio del deporte municipal? Y de nuevas tecnologías, ¿qué tal andamos; teléfonos móviles de la corporación de lado? ¿Qué mejoras en materia cultural se han llevado a cabo en estos ocho meses; al margen de lo bien que funciona el Twitter del concejal del área? ¿Además de todo lo mal que lo hizo el tripartito, que han hecho ustedes en materia de optimización del gasto? ¿Sra. Alcaldesa, está usted al corriente del hecho de que una de las empresas que más empleo ha destruido en el municipio en los últimos años tiene varios expedientes de infracción urbanística abiertos, también en los últimos años? ¿Qué tal va la tramitación de los mismos? ¿Sra. Alcaldesa cumplen todas las instalaciones municipales con las normativas vigentes de prevención de riesgos laborales, sanidad, etc? ¿Sra. Alcaldesa, ha acudido usted a la edición de FITUR de este año? Si es así, ¿Ha tenido oportunidad de ejercer esa influencia de la que, en campaña, hablaba su actual concejal de Twitter y que en teoría iba a traer a Novelda el oro, el incienso y la mirra (¡he dicho Mirra, no Mila!)? ¿Han departido a propósito de lo que la vía judicial les une? ¿....?
 ¡Yo es que no entiendo, si no haría más preguntas! Eso sí, después de haber aparcado mal mi coche, y haber echado una miccionadita al salir de la tribuna festera.
Pues nada, dicho lo dicho, ¡toc, toc! Hola buenas, ¿está el SOE? (silencio).
De momento parece que no hay nadie en casa. Volveré otro día a ver si por fin hay alguien en esa bendita casa. Esperemos, por el bien de todos, que empiece a haber alguien.
Y es que, no debe de molar eso de ganarle a un rival que no es tal.

PD: Eso sí, celebro la entrada en escena de d. Antonio Redero. Y lo celebro, porque parte de mi formación académica viene de ese apellido y de esa tierra que es la suya, y la mía de adopción. Pero lo celebro también, porque, aunque en las antípodas de mi forma de pensar y lejos de ser la inyección juvenil que toda formación precisa, yo, de mayor (más de lo que ya empiezo a ser), me pido su currículum político, social y académico.

sábado, 31 de diciembre de 2011

SILENCIO


Silencio. Si acaso roto por el sonido de un televisor en funcionamiento en la sala. Las paredes y cristales decorados con motivos navideños. Fuera, tras estas paredes, se respira el ambiente de la Navidad. Dentro, en estas salas, se respira, y gracias.
           
Nunca unas navidades en tanta compañía. Nunca unas navidades con tanta gente sola. Cada paso por los pasillos no suena como lo hacía en julio, agosto o septiembre. Quiere sonar a villancico, pero suena a nostalgia y a vacío. Una casa tan llena y en cambio, ocupa tanto el vacío como la compañía. Los que siguen dentro, algunos esperan, otros desesperan. Pocos piensan en como será el 2012; todos saben como ha sido el 2011. Pero todos piensan, ¿por qué aquí, en estas fechas? Todos rumian, como salir de esa cárcel, su cárcel autóloga; pero no la mía.
           
Cada saludo a cada uno de ellos trae a mi un pensamiento: ¿se puede ser feliz así? Claro que sí. Me gusta pensar que sí. ¿Dónde están las familias de los que aquí dentro aguardan y desesperan? En estas fechas todos deberían tener un familiar, un amigo, un alguien con quién compartir un algo. Aquí no. Bueno sí, se tienen todos los que quedan. Pero ya se tenían antes de la Nochebuena. Nada especial. O quizás lo más especial que tienen.
           
Yo salgo todos los días y al volver al día siguiente siguen aquí, me esperan. Casi se diría que todos los días se alegran al verme llegar. Al fin y al cabo es alguien que llega de nuevo, que no estaba hacía un rato y que no estará en unas horas. Alguien que trae el aroma de fuera, el aroma de fiesta, el aroma de la Navidad. Que poco dura esa fragancia en sus vibrisas. Yo ni siquiera la percibo en las mías. Lógico, uno no aprecia lo que tiene; quiere lo que le falta. Y aquí falta tanto en estas fechas. Y aquí hay tanta humanidad, integra, por empezar.
           
No quedan tantos, pero quedan. Y por raro que parezca a uno le dan ganas de no irse; no en estos días. De quedarse, de ejercer del familiar o el amigo con el que estas personas están deseando poder compartir mesa y mantel en estas fechas. Pero no, no soy su amigo, no soy de su familia. Solo trabajo aquí. Por supuesto que hasta en Navidades y en cualquier fecha hay, ha habido y habrá enfermos. Contra eso poco podemos hacer, aunque lo intentamos. Pero, ¿por qué, además de enfermos, solos en las fiestas de la familia?
           
Miro a través de la ventana y sin ver a nadie sé que la gente se está reuniendo alrededor de la mesa. El abuelo carga a horcajadas con el nieto, la madre riñe al hijo, el padre se abraza con la hija. Los villancicos suenan en la tele mientras el pequeñín de la casa alborota con una pandereta. En la mesa decenas de platos que volverán al banco de la cocina repletos de comida. El ambiente plagado de cariño, de amor, de ternura. Y aquí...Y aquí, se tienen a ellos.

Aunque solo sean unas horas, aun cuando sé que yo saldré y ellos saben que no lo harán y aunque quizá esto solo les remueva el sentimiento y haga brotar en ellos, aun más, la nostalgia, quiero acercarme a ellos. Quizás no pueda suplir a quien ellos necesitan, seguro; pero si puedo disfrutar con ellos, si puedo intentar que hoy sea un día especial. Que por unos instantes piensen en como será el 2012 y en quien vendrá a verlos las próximas navidades. Que por unos instantes se diviertan entre ellos, y no vean, el uno en el otro, la cara del de siempre. Si quiero y si puedo que, al marcharme hoy de aquí, cuando esté sentado con mis amigos esperando las campanadas y pensando en todo lo bueno que ha de traerme el año próximo, piense en ellos, con sus nombres y apellidos. Y que, aun cuando solo sea de manera virtual, quizás espiritual, piense en cada una de las personitas que esta noche recibirán al año entrante aquí, solas; pero no del todo.

Quiero pecar de egoísta y pedir ya mi primer deseo al año que entra: deseo que las próximas navidades todas las personas que estén ingresadas en la clínica tengan un motivo para, al apagarse las luces, sonreír antes de dormirse. Y deseo que sus familias estén al lado para verlos sonreír mientras se duermen.
Se ha apagado el televisor. Ahora ya sí, todo es silencio.

Dedicado a todas las personas que estas Navidades las han tenido que pasar ingresadas o internadas en cualquier centro socio-sanitario, y a todas las personas que han ido a verlas.